Buscando un equilibrio entre un estilo de arquitectura sobria y atemporal con un estilo orgánico y trendy éste hotel aún por nombrarse es un ejemplo de respeto Ambiental e integración de las bondades del terreno. Respetando las áreas verdes y cimentaciones existentes, el hotel se ubica al fondo del terreno y se desplanta en un sentido vertical para así lograr visuals sobre las copas de los árboles que terminen en el bello horizonte marino por el cual Cancún es bien conocido. Con un enfoque centrado en la fenomenología de los espacios, se logra cautivar cada aspecto de lo que marca una experiencia tales como son el sonido, el sosiego y la seducción de la luz, la consonancia de los materiales y la conciencia del espacio. Lo anterior se logra partiendo de la premisa que dice que toda experiencia del humano, se ve afectada por todos los sentidos.

Con restaurantes que se mecen sobre los árboles, clubes de playa en donde las palmeras nacen a la mitad de la pista de baile, habitaciones que esconden bañeras detrás de del bambú, espacios multi funcionales que flotan gentilmente sobre el agua, y miradores contemplativos, éste hotel propone una experiencia nueva y refrescante a lo que es el turismo en la ciudad de Cancún.